Ruta: Aparcamiento en pista del Rigüelo (1.350 m.)- Cubilar Alto de Petrito (1.850 m.)- Pico Mesola (2.170 m.). Regreso por la misma ruta.
Accesos: Desde Jaca tomar la carretera que parte desde el Paseo de la Constitución dirección Aísa y pasando antes por las Tiesas Bajas. Atravesamos Aísa y seguimos por pista asfaltada en dirección Norte. A unos 7 Kms. y tras dos curvas en Z alcanzamos la bonita cascada de Sibiscal. 500 metros más adelante veremos arrancar a la izquierda una clara pista transitable. En ese cruce aparcamos, será nuestro punto de partida.
Horario: 00:00 h. Iniciamos el recorrido desde el Aparcamiento
00:15 h. Final de la pista.
00:25 h. Señal que nos marca el sendero de entrada al bosque
00:45 h. Primer Refugio forestal (Cerrado)
01:40 h. Refugio de Petrito. Abierto y sucio. Parada y tente en pie.
01:50 h. Reiniciamos la ruta.
02:25 h. Cima del pico Mesola. Mínima parada para fotos.
02:30 h. Inicio del descenso.
03:00 h. Refugio de Petrito.
03:35 h. Primer Refugio forestal.
04:05 h. Aparcamiento y final del recorrido.
Desnivel: 900 metros acumulados en ascenso y en descenso.
Dificultad: Fácil recorrido con algún poste señalizador en el tramo de pista y prados que la siguen, después hitos. Después del Primer Refugio hay que prestar mucha atención a los hitos (no perderlos, aunque se dejan ver).
Hoy tocaba reconocer un sendero, poco conocido, para ascender al Pico Mesola donde este próximo sábado 13 de Diciembre tenemos que colocar un Belén Montañero.
Llegamos al aparcamiento señalado anteriormente en el Valle de Aísa, donde la montaña nos recibe algo hosca, con un enorme nubarrón agarrado en la frontera.
El mapa con la ruta. En verde un tramo de pista, en amarillo sendero y en rojo una variación más directa que utilizamos en el descenso.
Iniciamos la ruta por una cómoda pista. A la derecha y nada más comenzar, hemos visto un hito con una traza que sale de la pista. Confirmamos que hay otra ruta que utilizaremos en la última parte de nuestro descenso.
Las montañas de las Blancas y la Madalena aparecen nevadas (pero poco). Nos dan una idea de lo que encontraremos más arriba.
Abandonamos la pista que se pierde entre unos campos de pasto y ascendemos por ellos en busca de un poste señalizador que yo conocía de anteriores ascensiones. Este cartel marca en sendero para adentrarse en el bosque. Nos lo encontramos tirado en el suelo. Lo colocamos vertical como buenamente podemos y tomamos el sendero.
En la foto, en la zona de la flecha, está sacada la fotografía anterior.
Un poco más adelante el último indicador que encontraremos y que marca sendero a Petrito.
Entramos en el bosque y aligeramos de ropa.
En unos 20 minutos y ya con solecito, alcanzamos este claro. Aquí ya veremos nuestro objetivo de hoy. Un leve sendero y algún hito nos dirige a la zona alta del claro donde encontraremos el primer refugio.
Entre tanto las nubes nos impiden ver las cimas fronterizas (Aspe, Lecherines, etc.). Será la pauta de toda la jornada.
Así que llegamos al primer y pequeño refugio. Lo encontramos cerrado con llave. Seguiremos en ascenso siguiendo los hitos que parten de la zona trasera del refugio. El tramo es empinado pues las señales están colocadas en máxima pendiente.
A los 10-15 minutos, en un punto no demasiado claro, se retoma el sendero en trazado casi horizontal. El ambiente es agradable, pues apenas sopla el viento (el arbolado nos protege). Atravesaremos un par de regatos que discurren por la ladera.
Y salimos definitivamente del bosque. El Cubilar de Petrito o Refugio se nos presenta a la vista. A partir de aquí pisaremos continuamente nieve. Poco espesor.
La salida del bosque por un trazado agradable y bonito. Se aprecia la marca del sendero.
En la lejanía, hacia el Sur, La Peña Oroel acunada por las nubes. Cuando las nubes se agarran a la Peña Oroel, el cierzo o el viento Norte sopla con ganas.
En el Refugio de Petrito hacemos una pequeña parada. Nos abrigamos del viento que ya comienza a notarse en esta zona más despejada. Cuando lleguemos a cima (en la foto se ve tras el Refugio) el viento será ventarrón frío y con rachas fuertes.
Abandonamos el Refugio. Nos faltan 300 metros de desnivel.
En esta zona final ya no se aprecia sendero alguno. En verano es zona de pasto de vacas y se marcan las trazas de su deambular, pero hoy apenas se distinguen. Discurrimos entre piedras que asoman de la nieve y que ayudan la progresión.
Un rebaño de sarrios corretea por la zona alta. Uno de ellos se deja ver hasta el último momento en el que se lanza veloz hacia abajo con su habitual destreza.
Poco a poco vamos ganando altura. Este tramo es empinado y se deba tomar con cierta calma.
Alcanzamos la cresta de cima donde el viento sopla con energía, alguna fuerte racha nos obliga a parar y asentar bien los pies en el suelo.
últimos metros con las nubes sobre la montaña. A la derecha asoma entre las nubes el pico de la Madalena.
Foto de cima. Pico Mesola (2.170 m.).Unos momentos de fotografías y rápido inicio del descenso.
La cresta cimera vista desde el Pico Mesola.
Rápido descenso hacia el Refugio de Petrito.
Nos acercamos a la cresta que está a la izquierda del Refugio para disfrutar de las vistas del fondo del valle de Aísa.
Desandando cómodamente nuestros pasos.
Llegamos al primer refugio de la mañana y decidimos buscar la ruta que intuimos existe entre este punto y el aparcamiento de vehículos sin pisar la pista que hemos seguido a primera hora de la mañana. (trazo rojo en el mapa de ruta).
Con unos primeros metros de tanteo y con la ayuda del GPS, localizamos el arranque de una troche de saca de madera en la que descubrimos algún hito de piedras. La trocha está muy vestida de vegetación, pero se deja transitar.
Con paciencia, en poco tiempo, alcanzamos el aparcamiento, donde vemos en primer plano el hito que habíamos visto al inicio del recorrido.
De vuelta con el vehículo, paramos para fotografiar la cascada de Sibiscal que hoy se muestra muy bonita. La foto se puede sacar desde la misma pista asfaltada.
Foto final de período más invernal pero con mejor climatología del entorno transitado.
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