Fecha: 5 de Junio de 2.010
Ruta: Refugio Bayssellance (2.651 m.)- Glaciar d`Ossoue- Gran Vignemale o Pique Longue (3.298 m.)- Collado de Cerbillona (3.200 m.)- Pico Clot de la Hounte (3.289 m.)-Collado de Cerbillona-Pico Cerbillona (3.247 m.)-Collado de Lady Lyster (3.200 m.)-Pico Central (3.235 m.)-Glaciar d`Ossoue- Barranco d`Ossoue-Barrage d`Ossoue (1.840 m.).
Duración: Ruta muy combinada y con diversas posibilidades. Se puede señalar 3 horas hasta el Gran Vignemale. 45 minutos del Vignemale al Clot de la Hounte. 30 minutos más al Cerbillona. Otros 30 minutos al Pico central y 2h30 hasta el Barrage dÒssoue.
Total ruta 7h.15m.
Dificultad: Media en las condiciones de ese día. Una media ladera con nieve dura (algo expuesta en esas condiciones) antes de alcanzar la morrena del glaciar y una trepada poco complicada con nieve y roca para llegar a la cima del Gran Vignemale.
Tras la noche toledana en el refugio con bufidos y ronquidos, la mañana se levanta espectacular, igual que el atardecer anterior. Lo primero es mirar por la ventana. Genial.
Tras el desayuno del que no me acuerdo lo que comimos, salimos del refugio. Los primeros rayos de sol sobre las cimas inmediatas al refugio animan a todos los residentes.
La Brecha de Roldán donde iríamos el día siguiente vista desde el Refugio (zoom).
El mapa señala en amarillo la ruta de ascensos y la roja el descenso hasta enlazar con la GR 10 que lleva al Barrage d`Ossoue.
Sin más y con los preparativos terminados (incluido pagar el alojamiento) iniciamos impacientes la ruta. Prácticamente los 13 que estábamos alojados salimos con el mismo horario (salvo el Neozelandés que seguía con Morfeo). Crampones y piolet desde la puerta. Al fondo el macizo de Monte Perdido y el Taillon.
Hay que descender unos 100 metros de desnivel desde el Refugio para salvar un contrafuerte y tomar una media ladera que encontramos con nieve dura y bastante pendiente lateral.
Al fondo se intuye la entrada al glaciar que en esta fecha está cubierto completamente de nieve, pero en verano muestra su viejo hielo verde y sus grietas características. Digamos que en las condiciones de hoy resulta más cómoda la progresión.
La última parte de la inclinada e incómoda ladera. Todavía el sol no nos toca y vamos abrigados.
Pero en cuanto entramos en la zona de la morrena toca quitarse ropa pues el día es radiante de sol y temperatura muy benigna. Pensamos en el descenso cuando la nieve seguramente se pondrá blanda.
Por pendientes moderadas vamos superando esta zona para alcanzar el plateau del glaciar.
Al fondo asoma el primer objetivo del día, el Gran Vignemale. Ya estamos en la zona llana del glaciar, nos tocará recorrer este tramo de poca pendiente.
Aquí se aprecia el Plateau. Su orientación Este hace que desde primera hora reciba los rayos del sol y su forma casi parabólica lo convierte en un auténtico horno en días como el de hoy.
Para alcanzar el Gran Vignemale, salimos del Glaciar por una zona bastante evidente. Como vamos a retornar hasta el mismo punto, dejamos las mochilas y realizamos este tramo pendiente de nieve y roca con lo imprescindible.
Gran Vignemale (3.298 m.). La foto de cima: Javier, Alberto (el de la horca) José Manuel y yo mismo que parezco el reo.
Imágenes desde la cumbre. El día se mantenía magnífico y además la atmósfera era de una gran transparencia, ideal para las fotografías.
En ésta, marco el Refugio y la Hourquete, el collado por donde ascendimos ayer para llegar a Bayssellance.
Un poco más cerca el Refugio. Se puede apreciar un grupo de montañeros subiendo dirección al Petit Vignemale.
Al fondo Monte Perdido, los picos de la Cascada y el Taillon.
Después de un buen rato regresamos a recoger las mochilas. En descenso lo hacemos con cuidado en especial porque suelen caer piedras de los que se mueven por la zona superior.
Javier y Alberto en el segundo objetivo del día el Clot de la Hounte (3.289 m.). Detrás el Gran Vignemale o Pique Longue.
Impresionante el Pirineo en todas direcciones. Manga corta a 3.289 m. y primeros de Junio.
Alberto en el descenso del Clot de la Hounte hacia el Collado de Cerbillona. Abajo los ramales laterales del Valle del Ara y algunas montañas de Panticosa.
Descenso sin complicaciones.
José Manuel en el Pico Cerbillona (3.247 m.) . Detrás los dos picos ascendidos con anterioridad.
En esta foto desde el Cerbillona se aprecia mejor la arista de ascenso al Clot de la Hounte.
Javier y Alberto continuaron por el Collado de Lady Lyster hasta el pico Central (3.235 m.). En la foto desde la cima, remarco las rutas aproximadas de ascensión al Gran Vignemale y Clot de la Hounte. Perdiéndose por la izquierda de la foto quedaría el collado de Cerbillona.
Desde allí vuelta al glaciar que como esperábamos estaba con la nieve ablandada. Rebasada la zona de la morrena, nos desviamos de la ruta de la mañana para dirigirnos por palas de nieve blanda hacia el Barranco d`Ossoue.
El Barranco es la ruta habitual de verano y tiene un sendero bastante marcado, pero con la abundancia de nieve obviamos el sendero que apenas se veía y tiramos por la abundante nieve del centro.
Pasado un estrechamiento, el barranco se abre y ya se puede observar el Barrage (presa) d`Ossoue
Una vista atrás con la zona del estrechamiento. En el fondo el Petit Vignemale.
Una impresionante cascada que recoge el agua de deshielo del glaciar.
Y cascadillas pequeñas, donde nos servimos agua. El día es cada vez más caluroso.
El Barrage d`Ossoue
Ovejas y picos de 3.000 metros. Son las 14:30 horas y el taxi que nos tiene que recoger no viene hasta las 16:00 horas. Comemos, metemos los pies en el agua y como sobra tiempo y el calor es fuerte, nos metemos debajo de unos cortados en la cuneta de la carretera.
Finalmente llega el taxi. Habla algo de español y nos recomienda el alberge Gipaète. Una vez alojados, unas frescas cervezas en Gavarnie.
Los picos de Astazou desde el pueblo.
El Albergue donde cenamos muy bien y no digo dormir después de dos duros días.
Como despedida Foto de la estatua de Enry Russell, que hizo del Vignemale la pasión de su vida. La estatua se encuentra a la entrada de la localidad por la carretera del valle.
Al día siguiente y como colofón de esta salida perfecta, subimos hasta la Brecha de Roldán según reseña que pasé hace unos días.
