Fecha: 17 de Marzo de 2.017
Ruta: Aparcamiento de Anayet en la Estación Esquí de Formigal (1.740 m.)- Barranco de Culibillas- Barranco de Lapazuso- Ibón de Lapazuso (2.175 m.)- Collado (2.370 m.)- Pico Culibillas (2.509 m.). El retorno por la misma ruta.
Accesos: Llegamos a la Estación de Esquí de Formigal. Continuamos en dirección al Puerto del Portalet. A mitad de camino, encontraremos un desvío a mano izquierda con un gran cartel verde que nos indica la entrada a la zona de Anayet. Continuar hasta el aparcamiento. Recordar que sólo en invierno se puede llegar hasta este aparcamiento en vehículo. En otra época el acceso está cerrado y deberemos aparcar junto al cartel de entrada en el llamado Corral de las Mulas.
Horarios: 00:00 h. Salimos desde el aparcamiento Anayet. Entramos en el Barranco Culibillas.
00:20 h. Abandonamos el Barranco Culibillas y tomamos el de Lapazuso.
01:20 h. Ibón de Lapazuso. Tapado por la nieve.
01:45 h. Collado.
02:20 h. Cima del Pico Culibillas. Parada.
02:40 h. Inicio del descenso.
03:15 h. Collado.
04:10 h. Llegada al punto de salida.
Desniveles: Acumulados 850 metros en ascenso y los mismos en descenso. Según Track.
Dificultad: Recorrido en nieve con crampones desde la salida. Pendientes moderadas hasta el Ibón de Lapazuso. A partir del Ibón un par de rampas fuertes pero sin riesgo. La cresta desde el Collado a la cima algo delicada con importantes cortados a nuestra derecha y pendientes laterales fuertes a la izquierda. Este día y con el estado de la nieve dificultad Media-Alta.
Track de la ascensión en:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16853663
Desde el cruce de la carretera, antes de llegar al aparcamiento ya podemos divisar nuestra cima de hoy.
Mapa con la ruta realizada.
Aparcamiento y el Culibillas sobre el tejado. El día se presenta magnífico, aunque no ha helado apenas por la noche.
Los primeros minutos son comunes con la ruta a los Ibones de Anayet. Pero nuetra ruta derivará hacia el Sur (flecha roja).
En naranja hacia los Anayet. En amarilla nuestra ruta de hoy.
El punto de desvío coincide con el momento en el que el Barranco de Culibillas cambia de dirección hacia el Oeste.
Según ascendemos podemos tener una novedosa vista del Barranco de Culibillas.
La ruta hacia los Anayet.
Continuamos ascendiendo por una vaguada cargada de nieve y fácil de transitar.
Encontraremos zonas con pendiente suave y otras con pendiente más moderada, pero en todo caso sin problemas especiales.
Podemos progresar perfectamente por el fondo de la vaguada. Vemos al fondo un collado que puede engañarnos, pues no es al que debemos llegar. El nuestro queda a la derecha del pico Royo.
Una mirada atrás. Llevamos poco más de una hora desde la salida.
Al llegar a la planicie del Ibón de Lapazuso (2.175 m.), el vallecito gira a nuestra derecha y ahora si podemos divisar nuestro collado. Más alto que el anterior.
Ibón de Lapazuso tapado por la nieve.
Continuamos ascendiendo por palas de nieve algo más pendientes, en especial la primera. No obstante no hay especial riesgo, pues el deslizamiento acabaría siempre en el llano del ibón.
Con el collado más cerca.
Nueva mirada atrás con nuestra ruta y los picos conocidos del entorno.
Últimos metros.
Llegada al collado que es casi una brecha. Al otro lado el Valle de Izas.
Ahora debemos ascender hacia el Noroeste por un primer tramo de arista que hoy estaba limpio de nieve. Apenas son unos minutos y no quito los crampones.
La brecha va quedando abajo.
Salvado este tramo de tierra y roca, llegamos a otras palas de nieve de pendiente moderada. El Culibillas está algo más alejado de lo que podemos pensar en un primer momento.
Trazamos por las palas de nieve con magníficas vistas hacia Panticosa.
O mirando hacia el Sur, la Canal de Izas que desagua en el Valle del Aragón.
Tres repechos que vamos salvando próximos a la cresta.
Según avanzamos hacia la cima la cresta va estrechándose, las pendientes laterales aumentan un poco el riesgo. Todo dependerá del estado de la nieve.
Mirada hacia nuestro punto de salida. En las primeras fotos ya se comprobaba que desde el mismo aparcamiento se puede observar la cima del Culibillas. Ojo! el valle que hemos seguido no es el que se aprecia en la foto.
Nuestro cresteo.
Apenas encontré huellas en esta zona alta. Tuve que trazar la huella por donde mejor encontré la nieve.
Los últimos metros a cima. En dos mapas consultados, la cota de esta cima la señalan en 2.509 m., pero en el Gps se grabaron 2.514 m.
Panorámicas desde el Pico Culibillas.
El Arroyetas, muy próximo, pero de ruta incierta desde aquí.
La Sierra Partacua con Peña Telera.
Vértice y Pico Anayet.
En lejanía el Macizo del Balaitús.
El Midi.
La cima es curiosa pues se trata de una planicie de unos 20 m. cuadrados que hoy estaban ya desprovistos de nieve. Fue el único punto de la ascensión, salvo los primeros metros de la arista, en los que no había nieve.
Tras un rato en la cima, con buena temperatura y sin viento, inicio el descenso por los mismos pasos. En la foto un pequeño escalón en la arista que toca retomar en descenso.
Superado el mismo, una vista atrás, hacia la cima Culibillas..
El día es magnífico para sacar fotografías e identificar montañas conocidas. De fondo la Sierra Tendeñera.
Y más cerca, el Valle de Izas.
Últimos metros para volver al collado o brecha. Hemos pasado lo más delicado de la ruta.
Sólo queda deslizarnos con prudencia por las palas de Lapazuso.
Por terreno franco y que todavía mantenía la nieve dura.
Son las 11:45 h.. En estos días cálidos o con poca helada nocturna conviene madrugar si no nos movemos con esquís o raquetas.
Nos permite disponer de nieves duras y adecuadas a los crampones.
La llegada al aparcamiento.
Este recorrido es relativamente corto, pero agradable. Nos podemos colocar los crampones de inicio y evitar así paradas. Con nieve soleada (algo blanda), extremar la precaución en la arista final.
En las rutas con nieve no es fácil precisar las dificultades, pues las condiciones de la nieve y las diversas horas del día nos las hacen cambiantes. También de un día a otro podremos encontrar más sencillez o complejidad.
Las reseñas de verano suelen ser más fáciles, pues la roca o las piedras no cambian ni con las horas ni con los días. Son siempre más fiables.
En una parada en el aparcamiento de Sestas en Formigal saco esta foto en la que parece que los Picos del Infierno se encuentran sobre los edificios del Complejo Formigal.
Las perspectivas engañan en la distancia.