viernes, 13 de agosto de 2021

Peña de Ordiso (2.319 m.) en circular desde el Refugio de Bujaruelo

Fecha:  29 de Julio de 2.021

Ruta:  Refugio de Bujaruelo (1.320 m.)- Valle de Otal- Cabaña de Otal (1.640 m.)- Faja Basarán (2.220 m.)- Peña de Ordiso (2.319 m.)- Garmo de Azurillo (2.277 m.)- Cabaña de Ordiso (1.825 m.)- Valle de Ordiso- Puente de Ordiso- Refugio de Ordiso (1.590 m.)- Pista del Valle del Ara- Refugio de Bujaruelo.

Accesos:  Nos dirigimos a la localidad de Torla-Ordesa y continuamos por la carretera a Ordesa. Unos kilómetros más adelante atravesamos el Puente de los Navarros y a continuación en la rotonda seguimos por la pista en dirección a Bujaruelo. La pista es larga y está a tramos con piso de hormigón. En general se transita bien con todo tipo de vehículos. En unos 15-20 minutos llegamos a la zona del Refugio de Bujaruelo donde aparcamos en las zonas señalizadas.

Horarios:  00:00 h. Salida desde el Refugio de Bujaruelo.
                 00:50 h. Cancela de entrada al Valle de Ordiso.
                 01:15 h. Cabaña de Otal.
                 01:40 h. Pluviómetro.
                 02:55 h. Faja Basarán.
                 03:35 h. Cima de la Peña de Ordiso. Parada.
                 03:55 h. Continuamos hacia el Garmo Azurillo.
                 04:15 h. Cima del Garmo de Azurillo. Algunas fotos, pero no paramos.
                 05:10 h. Cabaña de Ordiso.
                 05:40 h. Puente de Ordiso.
                 05:45 h. Refugio de Ordiso. Tomamos la pista general del Valle del Ara.
                 06:45 h. Llegada al Refugio de Bujaruelo y final.

Desniveles:  Acumulados 1.135 metros en ascenso y los mismos en descenso para un recorrido total de 21.1 km.
Dificultad:  Baja, aunque desde que lleguemos a la Faja Basarán hasta alcanzar la Cabaña de Ordiso casi no encontraremos un sendero definido.

Fotografía que saqué en una ascensión al Pico Tendeñera hace un tiempo. Remarco las dos cimas del día y una aproximación de la ruta desde el fondo del Valle de Otal.  
 
Mapa con la ruta realizada en amarillo. Sentido horario ascendiendo por el Valle de Otal para descender por el de Ordiso.
 
Aparcamos junto al Refugio de Bujaruelo que a estas horas ofrecía espacio suficiente. Al regresar estaba todo a tope.
 
Tomamos hacia el Norte la pista del valle que pasa por detrás del Refugio. De inmediato las señales de prohibición a los vehículos no autorizados.
 
La mañana es agradable aunque fresca. En unos minutos podemos divisar las dos cimas que ascenderemos.
El Río Ara que por aquí discurre con poca pendiente formando algunas zonas de baño muy apreciadas por los visitantes en días calurosos. 
Tanto mirar al río que nos pasamos el arranque del sendero que va atajando las varias lazadas que traza la pista al Valle de Otal. Llegados al cruce de la foto tomamos a la izquierda hacia Otal. Llevamos unos 20 minutos desde la salida.
En el siguiente tramo vamos más atentos para localizar el sendero-atajo y que no está demasiado evidente entre tanta senda y pisadas de vacas.
Con paciencia vamos cruzando la pista en varios tramos hasta salir a la zona alta más despejada.
En el último tramo seguimos por la misma pista cuando ya vemos las laderas laterales de Otal.
La entrada del valle está señalizada con una puerta metálica que deberemos dejar adecuadamente cerrada tras nuestro paso. Vicente mi compañero de hoy y buen amigo valenciano.
El Valle de Otal es un territorio plenamente ganadero. Su forma es la típica de origen glaciar con la  forma de U. La pista nos conduce hasta el fondo del valle donde encontraremos la cabaña de Otal.
Un poco antes de llegar a la cabaña alcanzamos a una pareja con nuestra misma ruta inicial. Charlando con ellos nos comentan que venían realizando el sendero GR11,  que habían partido hace días desde la localidad leridana de Espot y hoy llegaban a Panticosa donde terminaban su plan. Foto llegando a la cabaña. El sendero GR11 continúa por la parte trasera de la misma.
Sendero que continúa adentrándose en el fondo del valle dirigiéndose hacia una zona con cascadas que se ven al fondo.
Y más arriba en un rellano un característico pluviómetro que suele servir de referencia. Llevamos algo más de 1h.30m. desde la salida.
Vista atrás hacia el fondo del valle.
Sobre la cota 1.900 m. deberemos estar atentos pues el GR11 cambia bruscamente de dirección trazando una larga diagonal hacia el Este. Las pinturas rojo-blanco se esconden entre la hierba y es más fácil orientarse por los hitos que sobresalen del verde general.
Inicialmente la larga diagonal no nos permite ganar casi altura.
A nuestra espalda el amplio collado donde se encuentra el paso de Tendeñera.
A nuestra derecha el fondo del Valle de Otal.
Con su cabaña por donde hemos pasado hace una hora.
Tras la primera y larga diagonal el sendero traza diversas lazadas. Va buscando un acceso a la amplia Faja Basarán. Al fondo Pico y Collado de Tendeñera.
Ganando altura con la Peña Otal entre las nubes. Nuestros compañeros se han apalancado a cola de grupo dejándose llevar.
Alcanzamos la Faja Basarán sobre la cota 2.200 m. Vicente y yo seguiremos hacia el Este mientras los colegas del GR11 deben continuar hacia el Oeste, hacia el Collado de Tendeñera.
Nos despedimos deseándoles suerte y toman la dirección señalada en blanco.
Nuestro sendero hacia el Este no está muy marcado. Conduce al Cuello de Ordiso. Abandonamos la senda para trazar otra diagonal fuera de senda en busca de la Peña de Ordiso tomando como referencia la cota 2.270m.
En pleno campo a través señalo en blanco el punto de toma de la foto anterior. Incomparable el fondo con el Pico Tendeñera y la continuación de la Sierra de su mismo nombre.
Este tramo resulta algo incómodo, pero se deja llevar. La pendiente aumenta llegando a la cumbre de la Peña de Ordiso.
Llegada a la cima de la Peña de Ordiso (2.319 m.) con su pequeño hito cimero. Hemos tardado con tranquilidad 3h.30m. desde Bujaruelo.
Se aprecia perfectamente que la peña pertenece al cordal que separa ambos valles. Cordal más abrupto hacia Otal que hacia Ordiso.
Hacia el Este el Valle del Ara y en primer plano el verde Garmo  Azurillo que ascenderemos más tarde. La calima y las nubes incomodan una buena visión.
Con zoom hacia la Sierra de Tendeñera. En la parte inferior derecha se ve perfectamente la forma del vallecito llamado Faja de Basarán que lleva al Collado de Tendeñera.
En esta cuenca al Sur del Garmo de Azurillo se encuentra la Fuente de Azurillo. No vimos desde la distancia más que un grupo de vacas.
Fotos de recuerdo en la cima. Parada y una cervecita.
Iniciamos la travesía hacia el Azurillo. En el collado entre la Peña Ordiso y el Garmo Azurillo debe iniciar un sendero que nos llevaría más tarde hacia la Cabaña de Ordiso.
Atrás queda la Peña de Ordiso.
Con zoom y entre la calima el Puerto de Bujaruelo y entre nubes los Gabietos y el Taillón.
Apenas tardaremos 20 minutos en unir ambas cimas. Esperamos tener unas mejores vistas del Valle del Ara.
Y ciertamente poco a poco se abre una visión distinta a la de la Peña Ordiso.
Lástima que, a pesar de que parece que lo intenta, el Macizo del Vignemale no se despeja totalmente.
Llegada a la cima del Garmo Azurillo (2.277 m.), donde apenas sacamos unas rápidas fotos. Justo detrás de esta cima aparece en la sombra el Pico Bernatuara.
Foto hacia la parte alta del Valle del Ara. En amarillo nuestra ruta de descenso final del Valle de Ordiso y en blanco el Puente de Ordiso sobre el Ara. Todavía tardaremos 1h.30m. en llegar a ese puente.
En esta foto los Llanos de Bujaruelo y la pista con lazadas camino del Valle de Otal.
Regresamos al collado entre nuestras dos cumbres y buscamos el arranque de un supuesto sendero, pero sólo encontramos caminos de vacas que trazan en horizontal y  nosotros queremos descender.
Así que viendo que la ladera parece franca y sin obstáculos optamos por tirar "todo tieso" hacia la Cabaña de Ordiso que señalo en amarillo.
Laderas en el Valle de Ordiso.
Más próximos a la cabaña desde la que parte después un claro sendero.
Previo a la cabaña cruzamos un puentecillo sobre el barranco.
La cabaña es una ruina completa. No sirve para nada más que para referencia.
Hacia el Sur las laderas por donde hemos descendido.
Ahora tomamos el sendero Valle de Ordiso abajo. Terreno despejado y sin arbolado que en estos días de verano es zona calurosa. En la lejanía se pueden identificar las montañas del entorno del Puerto de Bujaruelo.
Tras un primer tramo en suave pendiente, ésta se incrementa cuando damos vista hacia el fondo del Valle del Ara con el Refugio (no cabaña) de Ordiso. Por aquí el sendero se entremezcla en algunos tramos con los caminos de las vacas.
Refugio de Ordiso o Refugio del Vado de Ordiso.
Llegamos sin más vicisitudes al fondo del valle donde atravesamos el cauce del río Ara por el Puente de Ordiso
Valle del Ara aguas arriba.
Cruzamos el puente.
Y remontamos por la otra orilla para alcanzar el Refugio.
A nuestra derecha el Garmo Azurillo donde hemos estado hace 1h.30 m.. Las despejadas laderas de altura aptas para el pastoreo, dejan paso en la zona baja al bosque de hayas y abetos.
Refugio del Vado de Ordiso. El interior es algo precario aunque útil para una emergencia.
Junto al refugio, hasta donde llega la pista del Valle del Ara, ya tenemos señalización.
Aunque sólo se trata de seguir la pista que discurre por bosque, entre acantilados y ya cerca de Bujaruelo por praderío.
Bonita cascada o Salto de Pich hoy con poco caudal.
Tras algo más de media hora de pista y después de la primera curva de 180 º de la misma, un nuevo poste nos invita a abandonarla dirección a Bujaruelo. Podríamos seguir sin problemas por la pista que nos llevaría igualmente a Bujaruelo, pero se hace más agradable patear por sendero.
Agradables prados de la orilla izquierda del Ara nos llevan a la conversación.
Iremos dejando a nuestra derecha diversas zonas aptas para el baño con presencia de numerosos visitantes. Pasarela sobre el Barranco Sopeliana.
Y llegada al Puente medieval de Bujaruelo. Se aprecia el "completo" del aparcamiento del Refugio.
Nos tomaremos una merecida jarra en la terraza después de terminar esta curiosa circular entre valles y que ha resultado en algún tramo algo aventurera, más por la falta de sendero que por la propia dificultad.

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