Solemos ser algo perezosos para movernos por la vertiente Norte del Pirineo. Seguramente encontramos las carreteras en Francia algo estrechas y reviradas y los recorridos largos, pero tenemos en el otro lado de la divisoria un mundo a descubrir.
A quien se haya desplazado por allí no extrañará nada si hago mención del bonito y espectacular Circo de Lescún.
Al otro lado del Somport, ofrece una novedosa imagen de los conocidos Petrechema, Mesa de los Tres Reyes, etc.
Las laderas más o menos suaves por las que accedemos a estos renombrados picos desde el lado español, se convierten en paredes en el lado francés.
Pero los collados divisorios son accesibles así como las cumbres, por lo que surge otra opción para acceder a ellas.
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