Hace un par de semanas la predicción daba unos días soleados, aunque también se señalaba la presencia de arena del Sahara en el ambiente.
Decidí ascender el Petrechema, pero desde el primer momento la luminosidad de la mañana se manifestó verdaderamente extraña. Se intuía que allá arriba estaba el sol, pero una extraña bruma oscurecía el ambiente.
La panorámica está sacada desde la cima, pero la visibilidad se aprecia muy reducida por el polvo en suspensión.
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