Ruta: Refugio de Linza (1.330 m.)- Achar del Caballo (1.427 m.)- Paso del Onso (1.622 m.)- Collado del Huerto de Acherito (2.173 m.)- Cima del Mallo Acherito (2.378 m.)- Collado del Huerto de Acherito- Barranco de las Foyas del Ingeniero- Caseta-refugio de Petrechema (1.540 m.)- Refugio de Linza.
Accesos: Hay que llegar a la localidad de Ansó. Atravesar el pueblo y continuar por la carretera hacia Zuriza "carretera estrecha". Llegamos al cámping y continuamos al norte por pista asfaltada hasta el Refugio guardado de Linza, amplio aparcamiento..
Horarios: 00:00 h. Iniciamos la ruta desde el Refugio de Linza
00:15 h. Achar o paso del Caballo
00:45 h. Paso del Onso y Caseta de Plana de Diego
02:15 h. Collado del Huerto de Acherito
02:40 h. Cima del Mallo Acherito. Parada.
03:00 h. Inicio del descenso
03:30 h. Cruce hacia el Barranco de las Foyas del Ingeniero
04:20 h. Caseta de Petrechema
04:50 h. Final de la ruta en el Refugio de Linza.
Desniveles: 1.100 metros acumulados en ascenso y los mismos en descenso.
Dificultad: Fácil recorrido en esta época del año. Sendero bastante evidente. Fácil orientación salvo en caso de nieblas que nos complicarían el movimiento.
Diferente la silueta del Mallo Acherito según lo veamos desde el Este u Oeste. Aquí desde el Este en otra jornada.
Mapa de ruta por la vertiente Oeste, mucho más llevadera.
Salimos desde el Refugio de Linza.
Dirección al Achar del Caballo perfectamente visible desde el refugio por lo que el acceso es evidente.
Incluso en este corto tramo encontraremos indicaciones.
Nos movemos por un hayedo espeso y magnífico.
Alcanzado el Achar por una senda muy sencilla. Vista hacia el Refugio.
Al otro lado (Sur), se extiende el Bosque de Gamueta que merece la pena que lo visitemos, aunque hoy no es el tema. De fondo las cumbres de la sierra de Alanos.
Y también, cerca, la Peña Ezcaurre.
A los pocos metros desde el Achar del Caballo, y antes de entrar en el bosque, una señal nos desvía hacia la izquierda (Este). Dirección Este que será nuestra orientación en el tramo de ascenso al pico.
La senda navega agradablemente en el hayedo limpio y majestuoso.
También podremos haber visto algún tejo centenario que se conserva en este bosque. Cuando tras 20 minutos, desde el Achar, salimos del bosque, podemos observar el pico Maz o Txamantxoia. Como estamos por el lado aragonés le llamaremos Maz.
Ahora el sendero desciende unos metros para alcanzar el Paso del Onso. Al lado la Caseta metálica de la Plana de Diego. No es preciso llegar a la chabola. En este punto conviene fijarse en los hitos. Un sendero (blanco) nos llevaría hacia las Foyas de Gamueta. Ascendemos por la ruta amarilla.
Vista hacia atrás según remontamos en fuerte pendiente por nuestro itinerario.
Otra imagen del Maz y la explanada verde donde se encuentra el refugio de Linza.
El sendero (hemos cogido el bueno), flanquea por la ladera Norte en dirección a un vallecito sin nombre (que yo sepa). En la foto, la entrada a este valle.
A un lado el Pico Petrechema.
El pequeño valle es como una alargada cubeta caliza, donde el sendero serpentea entre formaciones diversas. Seguiremos las trazas de senda y los hitos que nos irán llevando por los lugares más cómodos.
De fondo el Mallo Acherito. Sol de cara que incomoda algo la marcha. Mejor con visera.
Este pequeño valle termina e invita a descender hacia una hoya para remontar después dirección al Acherito, pero un sendero a media ladera por nuestra derecha nos evitará ese sube y baja. En la foto el sendero a tomar.
En esta foto, un poco más claro.
Y en ésta, la opción más razonable.
Superado este tramo con más facilidad de lo que aparenta desde lejos, llegamos al collado del Huerto de Acherito. Desde él disponemos de unas excelentes vistas del Barranco de Acherito.
Pero nosotros seguiremos en dirección Norte por una empinada ladera por la que serpentea el sendero que nos colocará sin dificultad en la cima.
Desde la cima una vista del valle francés de Lescún.
Hacia el Sur el Ginebral de Gamueta y abajo el Collado del Huerto de Acherito.
Día claro y agradable como para estar de manga corta.
Panorámica hacia el Sur.
Y otra hacia el Norte. Anie, Mesa y Petrechema, están casi en línea.
En la lejanía infinidad de horizontes.
El Bisaurín de fondo y delante el Castillo de Acher con sus alas de mariposa.
Iniciamos el descenso por el mismo camino hasta el Collado del Huerto de Acherito y un poco más adelante, nos dirigimos a tomar un sendero que se ve claro y que nos llevará en dirección Norte hacia las Foyas del Ingeniero. En la foto (en amarillo), la ruta de ascenso y (en rojo) la que tomaremos en el descenso.
El sendero está bien pisado y es otra de las opciones utilizadas para ascender al Mallo Acherito.
Hoy lo utilizamos para cerrar esta circular. Este tramo es muy interesante por las formaciones calizas y la vida vegetal que lucha por la vida.
Descenso relativamente cómodo, pero que se puede hacer largo si vamos cansados. En todo caso, creo que para descender es más directo que retornar por nuestra ruta de ascenso.
Alcanzamos los llanos de las Foyas del Ingeniero. De fondo el Maz.
La dirección evidente.
Salgo del sendero principal para visitar la caseta-refugio de Petrechema. El sendero principal no pasa por ella.
La vista interior es desalentadora. Cuando estás acostumbrado a ver refugios bien cuidados aun en el caso de ser de acceso libre y sin guarda, este es una pocilga.
Pintadas de pésimo gusto y suciedad por todos los lados.
Me vino a la memoria un comentario de un amigo y compañero montañero sobre una tablilla que encontró en un refugio francés y que decía (traducción libre): "Si eres un montañero esta es tu casa, si eres un visitante, sé bienvenido y si eres un gilipollas (perdón) puedes pintar las paredes". Por aquí han pasado muchos de éstos últimos.
Salgo corriendo de la caseta que además estaba a más de 30 grados (tejado metálico)
Desde aquí el descenso lleva de manera cómoda hasta la zona baja del barranco de Acherito, por donde discurren las pista de esquí de fondo.
Y por cómodo trayecto alcanzaremos el refugio.
Bonita excursión con unos hayedos que conviene recorrer con más tiempo y mejor en otoño.
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